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El Misterio de La Atlántida

Persiste en la mente de muchas personas una de las historias más seductoras e interesantes que se hayan escuchado: la leyenda de La Atlántida.
La leyenda dice que existía en la antigüedad una gran isla situada al frente a las Columnas de Hércules, el nombre que en el pasado recibía el estrecho de Gibraltar.
























El Estrecho de Gibraltar se sitúa a la salida del mar Mediterráneo hacia el Océano y se caracteriza por dos pequeñas montañas situadas a cada lado de los continentes: la del lado Europeo, en una zona perteneciente a Inglaterra pero reclamada por España, llamada Peñón de Gibraltar (antigua Calpe) y del lado de África, al lado de Marruecos, se encuentra la antigua Abila, hoy día llamada Jebel Musa, cerca de la ciudad de Ceuta, perteneciente a España.

El nombre de la Atlántida le viene por su primer rey, Atlas. Cuenta la leyenda que esta era una isla habitada por seres muy inteligentes, de gran riqueza, lujo y poder y que eran personas mas altas que el común de las personas. Su tierra era extraordinariamente fértil y rica en metales preciosos.

Su extensión también era portentosa porque se menciona que era más grande que Asia y África juntas, incluso se menciona que era un continente. Todas estas ventajas los llevaron a ser un pueblo muy desarrollado, avanzado en los conocimientos naturales y científicos.

Pero esta isla desapareció en un día y una noche debido a un gran cataclismo que la hundió en el mar sin que pudiera sobrevivir ni uno solo de sus habitantes. Conocido como el pueblo de los atlantes su leyenda dio nombre al océano en el cual se dice que vivían, el océano atlántico.

Toda esta explicación la conocemos por medio de una tradición, oral en un principio y escrita después, que ha sido transmitida de generación en generación.

Parte de su gran interés radica en que la fuente de donde proviene esta historia es aparentemente muy confiable, puesto que se les debe a varios de los más grandes sabios de la antigua Grecia, lo que ha hecho que muchos la tengan por cierta, si bien se deja constancia que ninguno de estos sabios fue testigo presencial de esos hechos sino que fueron meros narradores de historias contadas y tenidas por ciertas en épocas antiguas.

Esta historia tiene su inicio con el griego Solón (640 – 559 A.C.). Solón era uno de los siete sabios de Grecia, el que reformó el estado e introdujo la democracia. En su juventud se dedicó al comercio y sobretodo al comercio exterior donde adquirió una gran experiencia.

En una de sus visitas a Egipto y debido al gran interés por los conocimientos que tenía, tuvo conversaciones con los sacerdotes egipcios. Estos le preguntaron a Solón que desde cuando tenían los atenienses recuerdos de su historia y Solón contesta que desde hace aproximadamente trescientos años.

Los sacerdotes egipcios asombrados ante este tan poco recuerdo le dicen a Solón que la historia de Egipto es mucho mas antigua y se conservaba en la mente de las personas gracias a la transmisión oral de las mismas y que estas tenían una antigüedad de hasta ocho mil años.

Siendo los sacerdotes egipcios personas muy respetables en su país y por lo tanto digna de creerse su versión, le causa una profunda impresión a Solón el saber esto y es en ese momento en que le cuentan una historia antigua que se conservaba en esas tradiciones orales de los recuerdos egipcios.

Desde ahí aparece por vez primera la leyenda de la Atlántida y es cuando que queda grabada en la mente del sabio Solón, el cual a su vez se la cuenta a uno de sus parientes que resultó ser el abuelo de Critias.

Critias obtuvo el relato de su abuelo y en una conversación que tuvo con Platón, que también era su pariente, le cuenta la historia.

Platón, discípulo de Sócrates, fue quien definitivamente sacó a la luz pública esta idea que desde entonces no ha dejado de comentarse ni olvidarse y lo hace en dos de sus escritos, llamados “diálogos”, que son el Timmeo y el Critias.

Se han realizado investigaciones tendientes a dar con la ubicación de esta enigmática isla para comprobar su existencia y para sacar a la luz pública los objetos de valor arqueológico que puedan recuperarse y ser mostrados en una exposición.
Aparte de eso, los buscadores de tesoros no descartan hacerse con una buena tajada si lograran hallar tales riquezas hundidas o enterradas, parecidas a las encontradas en los descubrimiento de buques sumergidos por cientos de años y que al ser localizados se han recuperado una gran cantidad de llamativos y valiosos objetos de oro, plata y vidrio, así como monedas, cañones y múltiples objetos variados.

En otros tipos de excavaciones se han hallado mascaras de Jade, piedras preciosas y e instrumentos con inmenso valor arqueológico, histórico y monetario. Se tienen los casos del May Flower y del Atocha por mencionar barcos hundidos y los tesoros encontrados en la tumba de Tuk Tank Amon y en las halladas en la América prehispánica.

De las muchas investigaciones se tienen también muchas conclusiones, pero ninguna definitiva, ya que cada investigador apoya su teoría, pero lo cierto es que no se ha localizado, al menos convincentemente, el sitio exacto de la Atlántida.
Ahora bien, pasemos a analizar que puede haber de cierto en esta historia. Contamos con los siguientes datos:

1) Era una inmensa isla.
2) Desapareció en un día y una noche por un cataclismo.
3) Ubicada frente a las Columnas de Hércules.

4) Su gente era extremadamente inteligente y de gran estatura.

Con los adelantos realizados en todos los campos de la ciencia nos servimos de algunas de ellas como la Geología, la Oceanografía, la Arqueología tanto marítima como terrestre, y varias otras para analizar a esta leyenda.

1) La parte donde se menciona que era una isla se ha analizado profundamente. De los estudios geológicos realizados al planeta en general, se tienen mapas topográficos del suelo marino del Océano Atlántico y se evidencia la imposibilidad de que hubiera una gran isla sumergida allí, ni siquiera que la hubiera habido en el pasado, por lo menos no del tamaño que dice la leyenda, ya que la misma afirma que era un continente más grande que Asia y África juntas.

Esta imposibilidad viene dada por el hecho de encontrarse en su lugar una cadena montañosa submarina que atraviesa todo el atlántico.
Es inverosímil pensar que esta cadena montañosa era la Atlántida de Platón porque una montaña no se hunde en un día y una noche, mucho menos una cadena montañosa. Además no se han encontrado restos arqueológicos que revelen ciudades sumergidas allí.

Menos aún puede pensarse que esa cadena montañosa surgió después del hundimiento de la Atlántida porque se sabe que las montañas se forman a lo largo de millones de años y las de esta cadena en particular deben ser muy antiguas porque al menos uno de sus picos tiene una altura superior al propio Everest.

Si observamos en un mapamundi los contornos de las costas de Suramérica y África vemos que coinciden casi perfectamente, lo que evidencia que una vez estuvieron unidos y por ende se deduce que no pudo haber ninguna gran isla entre ellos.
Se sospecha entonces que “La Atlántida” era una isla más pequeña.

2) Donde se menciona que fue hundida por un gran cataclismo representa un problema, ya que un cataclismo puede ser en este caso específico un terremoto, un tsunami, la caída de un meteorito gigante, la erupción de un volcán o cualquier otra que no imaginemos.
Para que una zona tan extensa como un continente haya desaparecido puede explicarse por un grandísimo y definitivo deshielo de las zonas polares que inundaran sus tierras, sin embargo, esto también hubiese afectado al resto del planeta.

De paso, por muy profundo que lo hubiese hundido, debieron haber quedado restos de esos asentamientos y ciudades por toda la zona que la arqueología todavía no ha detectado, aún cuando se han realizado varios estudios con barcos exploradores, submarinos, sonar, video y búsqueda directa sumergiendo buzos en ciertas áreas.

La que más se acerca a la explicación de un hundimiento tan rápido es el cataclismo producido por una explosión volcánica, siempre y cuando esta isla no haya sido de gran tamaño.
3) Sobre la ubicación de que estaba al frente de las Columnas de Hércules, pudo haberse confundido o tergiversado este dato al pasar de boca en boca, ya que se pudo estar refiriendo más bien a la entrada a la Atlántida.

4) Acerca de lo que se dice que su gente era extremadamente inteligente pero que no sobrevivió ni uno solo de ellos; cuesta creer que siendo una isla tan rica no hayan tenido comercio con otras naciones y que por ende alguno de sus habitantes se encontrara fuera de la isla comerciando para el momento en que ocurrió el cataclismo.

Si así hubiese sido habría quedado registrado en la historia y sus descendientes también hubiesen sido de gran estatura por lo que dudo de la veracidad de este dato. No se han encontrado en ninguna parte esqueletos de seres gigantes.
Se han elaborado muchas teorías para tratar de explicar esas incongruencias. Estas intentan de precisar el sitio de La Atlántida, las cuales la ubican en:

1) Isla de Santorini
2) Isla de Creta
3) Islas Canarias
4) Islas Azores
5) Costa de España
6) Triangulo de las Bermudas
7) América Precolombina
8) Tiahuanaco
9) La Antártida
10) El Sahara

Quisiera hacer un comentario acerca de una teoría que leí y que me causa cierta incomodidad por lo injusta que trata de poner a la inteligencia de nuestros antepasados indígenas americanos.

Es aquella que dice que la Atlántida era la América Precolombina. Alega que los indígenas precolombinos eran descendientes de los atlantes y que por eso se explica el gran adelanto que tuvieron.

Y es que los indígenas precolombinos realizaron inmensas construcciones como “la pirámide del Sol y de la Luna”, ciudades de piedra como la de Machu Pichu, tenían un calendario mas preciso y del que proviene el que usamos hoy en día e imperios de grandísimas extensiones como la de los Incas.

Aun así no creo que los Olmecas, Mayas, Incas y Aztecas hayan sido descendientes de los atlantes porque todos estos pueblos entre si tenían distintos idiomas y escrituras distintas.

En cuanto a su prodigioso avance sabemos que la necesidad es la madre de la invención, y luego las riquezas a que llegaron estos pueblos los llevaron, igual que los faraones, a tener un gran poder y hacer construcciones gigantescas.

¿Porque ser tan incrédulos en pensar que nuestros antepasados indígenas prehispánicos no eran capaces de tales prodigios? ¿Acaso no tienen el mismo cerebro? ¿O es que a alguien le molesta que estos indígenas hayan hecho construcciones mayores que la de los europeos de la época y de los egipcios?

Lo que si tenemos cierto es que algunos registros históricos grabados sobre piedra en Egipto, escritas en jeroglíficos y por las evidencias geológicas halladas en la zona se ha establecido que una isla volcánica del mar Egeo, frente a Grecia, llamada Santorini en el año 1628 a.C. fue casi desaparecida por una gran erupción volcánica que destruyó mas de la mitad de la isla.

Por otra parte, cerca de esta Isla se encuentra otra, la Isla de Creta, en la que sus habitantes llegaron a tener grandes riquezas y un grandioso grado de refinación artística y que fue abandonado su lujoso palacio por una tragedia que se sospecha fue un terremoto o el maremoto que produjo la explosión volcánica de la isla de Santorini.

A mí que me gusta la arqueología me encantaría que se pudiera conseguir la Atlántida pero creo que esta historia se tergiversó al pasar por tanta vía oral.
Mi hipótesis es esta: basándome en estos hechos, en la que aclaro que no soy experto en el tema, ni atlantólogo; solo soy un curioso que ha leído, estudiado y analizado este tema a la luz de la ciencia y ha sacado su conclusión: Coincido con la tesis del gran arqueologo Marinatos. Creo firmemente que cuando surgió la leyenda de la Atlántida se referían a dos islas: la isla de Santorini y Creta. Luego la leyenda se alteró con el correr del tiempo.


La catástrofe se produjo en Santorini pero las riquezas estaban en Creta.


Desde niño me interesó muchísimo este tema y después de convencerme de que la Atlántida tuvo que haber sido las Islas de Santorini y Creta casi me entristeció porque en parte se había apagado esa fascinación por una isla llena de enigmas, de misterios y de tesoros ocultos.


La Atlántida en realidad había sido apenas una islita.


Yo esperaba que se encontrara un yacimiento arqueológico maravilloso, con esqueletos de atlantes, tesoros, casas, reliquias, pinturas y vestigios de textos adelantados. Algo perecido a la excavación de Pompeya y Herculano, pero mil veces más interesante.


Pero con el tiempo he ido enterándome de lo fascinante que debió ser para los habitantes de estas islas haber surgido en medio de tan poderoso vecinos. En medio de civilizaciones interesantes como los hititas, los troyanos, los egipcios y los griegos.


Por ejemplo los hititas que pelearon con los egipcios en la batalla de Cadesh, tenían la segunda biblioteca mas grande del mundo de esa época, después de la Biblioteca de Alejandría y aparecen hasta en la guerra de Troya nombrados en las tablillas escritas esa extraña escritura denominada “lineal A”, la cual se tradujo con mucha laboriosidad, pero que el otro tipo de tablilla, el “lineal B” sigue aun sin descifrarse.


Los hititas son nombrados en las investigaciones sobre la vida y muerte del famoso faraón Tuktankamon de cuya tumba es la única de todos los faraones que se ha hallado intacta con todos sus tesoros.


Los troyanos por otro lado, cuyas finas murallas fueron testigos de una guerra de diez años por el amor de una mujer y la reivindicación del orgullo herido de los griegos y que hoy se sabe que esta guerra en verdad sucedió.


Por el otro lado están los egipcios constructores de las grandes pirámides y de la Biblioteca de Alejandría.


Y por su otro costado estaban los griegos y más allá los pueblos anteriores a los romanos: los etruscos y los habitantes de Cartago. De esta pequeña isla de Santorini que ahora cuenta con menos de diez mil habitantes surgió esta fascinante leyenda que ha perdurado milenios.
Sin embargo dejo las puertas abiertas en mi mente por si surgen nuevos descubrimientos y otras convincentes explicaciones.

Pero ahora dedico mis lecturas, investigaciones y búsquedas hacia algo infinitamente más interesante y de lo cual estoy seguro que descubriré: Me dedico a buscar el Cielo.

Siempre llamó mi atención todo tipo de interesantes misterios, eventos inexplicables y enigmas, pero el más grande interesante misterio que he conseguido es ese Cielo que NUESTRO MARAVILLOSO DIOS nos tiene preparado.

Muchos investigadores de misterios murieron entristecidos por no haber saciado sus curiosidades. Yo deseo que al momento de morir me sienta feliz, porque si cumplo sus mandamientos, no solo veré a Dios sino que tendré la absoluta seguridad de que será saciada mi curiosidad científica de ver tan grandes e inimaginables maravillas en el Cielo.

Hermano mío, cumple los mandamientos y tendrás ese Cielo en recompensa. Anímate con lo que dice San Pablo en su primera carta a los Corintios: “Ni el ojo vio, ni el oído escuchó, ni la mente imaginó las maravillas que Dios tiene preparado para aquellos que lo aman”.

Y Cristo dijo: “El que me ama cumple mis mandamientos”.
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Chao, los quiero mucho.